
Un 29 de septiembre de 1996 Hugo Romeo Guerra se convertía en el héroe de la hinchada xeneize luego de un superclásico donde Boca y River empataban 2 a 2 y el equipo millonario acechaba cada vez más al xeneize.
Pero todo cambió, desde un tiro libre que ejecuta Mauricio Pineda con destino de área y el uruguayo agarró, según él con el parietal, pero que Marcelo Aruajo relató con la “Nuca” y marcó el tercer gol xeneize a pocos minutos de terminar el partido.
Luego de ello todo fue festejo en La Bombonera, en realidad la gente y los jugadores xeniezes, salvo el propio protagonista que le tocó el doping y que no pudo disfrutar esos momentos, aunque si los disfrutaría días, semanas y hasta meses posteriores ya que ese partido fue uno de los más recordados de ese equipo.
Hoy, lejos del fútbol, Guerra está a cargo de tareas administrativas en un taller de autos de competición de un familiar directo, pero afirma que ese gol sin duda le cambió la vida y que es el día de hoy, que el hincha de Boca lo sigue parando por la calle para referirse de aquel “Nucazo” que él siempre afirma que no lo fue.